Durante la Fiesta del Banquete, concelebrado por el padre Cristian Cárdenas Aguilar, el pastor de la Iglesia osornina hizo memoria histórica de la huelga del 1 de mayo de 1886 en Chicago, Estados Unidos, donde un grupo de trabajadores comenzó la exigencia de la jornada laboral de ocho horas, “Unos años después diversas organizaciones de trabajadores y organizaciones políticas reivindicaron el 1 de mayo como fecha para conmemorar el día de los trabajadores y su lucha por sus derechos y reivindicaciones. Es lo que recordamos hoy”.

Explicó además que “La Iglesia también se asocia, recordando a San José, padre adoptivo de Jesús, que también fue trabajador carpintero, y apoyada en su ejemplo, a todos nos invita a hacer oración por los trabajadores, por sus derechos, especialmente para que no falte el trabajo que dignifica al trabajador y a su familia”, y enfatizó que en medio de la crisis sanitaria, económica, social y política  “reconocemos con más claridad la frágil situación en que viven muchos o la mayoría de los trabajadores de nuestro país y sus familias”.

“La pandemia ha hecho su parte: ha hecho insostenible la sobrevivencia de muchas fuentes de trabajo, principalmente muchas pequeñas y medianas empresas, dejando a cientos de miles de personas cesantes. Pero esto mismo nos revela lo frágil que es el sistema de protección y de seguridad de nuestro sistema social en su conjunto, así como el escaso rol protagónico del estado para velar y garantizar los derechos básicos para la mayor parte de sus habitantes. La crisis social en curso ya había comenzado a expresar esta situación de malestar generalizado y la pandemia lo ha corroborado”, añadió.

También dijo en este escenario, “en el que todos somos llamados a caminar con responsabilidad, para no perder lo que con dificultad se ha logrado en muchos aspectos sociales importantes, pero al mismo tiempo conscientes de los grandes y graves vacíos que no pueden esperar, el proceso constituyente puede ser una buena oportunidad para sentar las bases de una sociedad más justa, fraterna y solidaria. Esto será posible sólo si se da un esfuerzo mancomunado para superar las grandes inequidades, que en nuestro país son prácticamente centenarias, muy vastas y profundas, y frente a las cuales todavía hay mucho desconocimiento y falta de conciencia, principalmente por los sectores que concentran la mayor parte de las riquezas de nuestro país”.

Dos puntos importantes en vista del proceso constituyente

En su mensaje, el obispo Jorge destacó dos aspectos importantes “que a partir de nuestra fe y de la tradición bíblica orientan nuestra responsabilidad política en estos tiempos, como cristianos y también para los hombres y mujeres de buena voluntad, principalmente en vista al proceso constituyente y que es muy pertinente en este día de los trabajadores”, primero en que Dios creó al hombre y a la mujer, a su imagen y semejanza; los bendijo y les dice que sean fecundos y que se multipliquen; “y todo lo creado lo puso a disposición de todos, que sirviera para la vida de todos (cfr. Gen 1, 27-30)”, y segundo, el texto dice que “Dios miró todo lo que había hecho, y vio que todo era muy bueno (Gen 1,31)”.

Frente a lo anterior, el obispo diocesano de Osorno, citó al Papa Francisco, en algunos párrafos de su última Encíclica Apostólica Fratelli Tutti, en la que dice: “El mundo existe para todos, porque todos los seres humanos nacemos en esta tierra con la misma dignidad. Las diferencias de color, religión, capacidades, lugar de nacimiento, lugar de residencia y tantas otras no pueden anteponerse o utilizarse para justificar los privilegios de unos sobre los derechos de todos. Por consiguiente, como comunidad estamos conminados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga oportunidades adecuadas a su desarrollo integral.” (Fratelli tutti, 118).

La tierra es para todos sus habitantes

También dijo que el Santo Padre, “En la misma Encíclica, cita a San Juan Pablo II, que dice: «Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno» (...). En esta línea Francisco recuerda “que la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada» (...).  El principio del uso común de los bienes creados para todos es el «primer principio de todo el ordenamiento ético-social» (…), es un derecho natural, originario y prioritario (...). Todos los demás derechos sobre los bienes necesarios para la realización integral de las personas, incluidos el de la propiedad privada y cualquier otro, “no deben estorbar, antes, al contrario, facilitar su realización (…)”.

“El derecho a la propiedad privada sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados, y esto tiene consecuencias muy concretas que deben reflejarse en el funcionamiento de la sociedad” (Fratelli tutti, 120). Pero sucede que muchas veces los derechos secundarios se sobreponen a los primarios, dice el Papa. El sólo mercado no resuelve todo, como lo supone el dogma neoliberal, que en definitiva no sale de la lógica del “chorreo”; el sólo mercado no resuelve la inequidad, “que es fuente de nuevas formas de violencia que amenazan el tejido social” (Fratelli tutti, 168)”, agregó en su mensaje.

También aseguró que “La política es la llamada y le corresponde sentar las bases para un ordenamiento integral más justo, en una sociedad democrática, como nos reconocemos; por lo mismo, es imperativo que los ciudadanos piensen y exijan la mejor política posible. El Papa Francisco, dice al respecto «la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación» (…) y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futura.” (Fratelli tutti, 178). Esto que el Papa propone para todo el mundo, claramente se aplica y se requiere que esté presente en nuestros políticos y en todos nosotros los ciudadanos al momento de elegir, cuando ya está por comenzar nuestro proceso constituyente”.

Oración por la buena política y por los trabajadores y trabajadoras

“En este día de conmemoración y de oración junto a San José obrero, nuestra oración confiada por nuestra nación, que se encuentra en crisis social y política y en plena pandemia; oración por buenos políticos que se aboquen a hacer buena política, que pongan las bases de una sociedad más justa y más fraterna, que faciliten el diálogo en forma civilizada, en una sociedad en que todos cuentan y nadie sobra”.

“Nuestra oración confiada, agradecida y solidaria al Señor Jesús por todos los trabajadores de la salud, y por todos los trabajadores: por quienes hacen el aseo, los que están en faenas productivas de alimentos y del transporte; por los profesores; por las trabajadoras de casas particulares; por los que trabajan en el ámbito de la seguridad, como carabineros e investigaciones; por los trabajadores del campo y del mar; por los trabajadores migrantes; por todos los trabajadores y trabajadoras del ámbito de nuestra Iglesia, como secretarias y demás asistentes”.

Finalmente pidió “Que a todos el Señor, Dios Padre Todopoderoso, por su Hijo Jesús, que fue carpintero en Nazaret, los bendiga y acompañe. Y a todos nos anime el Espíritu Santo, y la ayuda de San José, para enfrentar los desafíos, con fe y esperanza, con sabiduría, fortaleza y con renovada creatividad para salir adelante y construir un país mejor”.