A esta misa central de la fiesta, también como es tradición, llegaron los caciques del pueblo Mapuche Huilliche, para realizar sus rogativas y presentar sus respetos y agradecimientos a Nuestra Señora de la Candelaria. En la oportunidad también se pidió por el Cacique Antonio Alcafuz Canquil, quien por motivos de salud no pudo asistir a dicha celebración.

Durante el festejo eucarístico, los peregrinos apostados en torno al altar escucharon atentos la homilía del Administrador apostólico de Osorno, el Obispo Jorge, quien invitó a los presentes a orar por nuestra patria: “No debe faltar en la oración personal y comunitaria, así como en esta Misa en honor de Nuestra Señora de La Candelaria, la petición por una patria mejor para todos. Chile necesita paz, y una paz construida con justicia; sintámonos corresponsables de ello, porque todos debemos aportar para alcanzar un Chile mejor”.

También dijo: “sabemos que quien mueve el corazón para acercarse a Dios, a través de muchos medios, es el Espíritu Santo, así como lo hizo con Simeón, y hoy, nos convoca aquí para escuchar su Palabra, para celebrar la Eucaristía y en ella para agradecer todo lo que hemos recibido con la intercesión y la ayuda de María Santísima, Nuestra Señora de la Candelaria”.

Recordó que la devoción a la Virgen de la Candelaria en esta zona tiene ya siglos, es parte de una larga tradición: “cada 2 de febrero, sus antepasados se acercaban a la Madre del Señor, tal como lo hacen ustedes hoy, para pedirle su ayuda, su intercesión y ella vuelve a repetir lo que hizo en las bodas de Caná ante su Hijo, cuando faltó el vino para la fiesta”.

“El Evangelio también nos habla de tradición, ¿hay alguien que no tenga tradiciones? No tenerlas, es como no tener raíces, y cuando un árbol no tiene raíces, se cae”. “El Evangelio nos dice que según la tradición, José y María fueron al Templo a presentar a Jesús, cuarenta días después de su nacimiento; era la costumbre del pueblo de Israel, una tradición que ellos entendían como parte de su compromiso con Dios que los había liberado, y que ellos, practicaban con fe y amor”, explicó.

El Obispo Jorge, invitó a todos los peregrinos a renovar su fe en Jesús Salvador, “así como lo hizo Simeón que, movido por el Espíritu Santo, reconoció a Jesús como el Salvador y luz para todos los pueblos. Efectivamente, el Hijo de Dios, viene a iluminar nuestras vidas; la vida personal, familiar y nuestra vida como nación”. E insistió en orar por Chile: “¡Cómo necesitamos hacer oración por nuestra Patria en este tiempo! para que iluminados por la luz de su Palabra podamos contribuir a hacer de Chile una gran nación de hermanos”.