En el Banquete eucarístico, que se inició a las 11.00 horas, los confirmandos junto al Pastor y los consagrados, ingresaron solemnemente en procesión por la nave central del templo hasta el lugar donde les esperaba su padrino o madrina, mientras el coro interpretó el canto de entrada.

Durante la celebración, el director del establecimiento educativo, Alejandro Aguirre, presentó a los confirmandos a monseñor Jorge Concha Cayuqueo, quien presidió la Santa Misa, en la que concelebraron el padre Nelson Peña, superior de la comunidad Jesuita en Osorno, el padre Pablo Poblete y el “maestrillo” Iván Dobson.

Después de la homilía, los estudiantes y la asamblea presente renovaron sus promesas bautismales, luego el obispo de la Diócesis de Osorno junto a los sacerdotes de la Compañía de Jesús, invocaron al Espíritu Santo para que derrame su bendición sobre los jóvenes y “los confirme con la abundancia de sus dones”, dijo monseñor Jorge.  

Inmediatamente después uno a uno, los confirmandos recibieron el Santo Crisma en cruz sobre sus frentes mientras que la asamblea acompañó en silencio orante, “haciendo memoria cada uno de su propia confirmación”, pidió el obispo para dicho momento. Al finalizar, los nuevos confirmados fueron presentados a la comunidad presente, que aplaudió con alegría.

En su mensaje el obispo felicitó a los estudiantes que, en medio de estos tiempos difíciles de pandemia, “han querido comprometerse con Jesús, con su fe. Han sido muchos los que fueron invitados a la Confirmación, pero pocos respondieron, ustedes, los dieciséis”, y agradeció a quienes los animaron, y acompañaron la vocación de vida cristiana de los jóvenes; al Colegio San Mateo, a los padres, a la comunidad Jesuita, a los catequistas, a los profesores.

También explicó que el Sacramento de la Confirmación “es un compromiso con Jesús, con su misión que esperamos sea la nuestra también, de cada uno. No es sólo tarea ardua, difícil, la misión de Jesús sobre todo es motivo de felicidad, de paz, de gozo en el Espíritu, es vida espiritual y es vida social”.

“Queridos hermanos y hermanas, que el Señor haga de ustedes sus discípulos verdaderos, según el querer de Dios y con la ayuda del Espíritu que reciben en este Sacramento, que puedan dar testimonio de esa vida de fe ante el mundo, y que el Señor los colme siempre de su bendición”.