El frío y la lluvia de estos días no impidieron que los fieles y devotos de la Virgen María, en la Advocación de Nuestra Señora del Carmen, llegaran al templo para festejar a su Santa Patrona con la misma fe y el deseo de querer expresar su amor incondicional a la Madre del Señor.
Esta fiesta eucarística fue presidida por el párroco, padre Mauricio Bello, quien explicó que esta celebración la estamos realizando en esta capilla Espíritu Santo porque “justo hoy tocaba la misa con ustedes y no quisimos cambiar esta instancia y además llegó este regalo: la imagen de la Virgen del Carmen, por lo que además de aquí en adelante es otro hermoso vínculo con nuestra parroquia, donde la celebración la haremos mañana domingo”.
En su homilía el sacerdote diocesano, reflexionó acerca de la constancia del mensajero de la primera lectura (1Rey 18, 1-2. 41-46) y destacó que en el Evangelio proclamado “donde Jesús es invitado junto a su Madre a esta fiesta y es Ella la que le sugiere que falta vino. Podríamos decir que de aquí la Iglesia ha sacado la actitud, no solo de constancia, sino y sobre todo la intercesión de María ante su Hijo”.
“Es ella la que les dice a estos servidores, ´hagan lo que Él les diga´, es decir hagan lo que Jesucristo en este minuto requiere de ustedes, y acontece este maravilloso milagro del vino, y no cualquier vino sino uno de calidad. Esto aplicado a nuestra vida, tiene que ver justamente con la constancia que vemos en la Primera Lectura y en segundo lugar con la Gracia de Dios en nuestra vida. Él es capaz de sacar lo mejor de lo que cada uno de nosotros somos”, aseguró el padre.
También enfatizó que es a través “de esta disposición que ponemos en las manos del Señor para que Él haga su milagro, y esto es lo que cada uno tiene que hacer básicamente, como ser humano y como persona de fe, simplemente poner los medios, que somos nosotros mismos, para que Dios haga su obra en cada uno”.
Por eso hoy día, al recordar a la Virgen del Carmen, Patrona de nuestra Patria, reconocemos en Ella su intercesión, “es María quien intercede, es Ella quien ayuda a aunar, a salir de las dificultades, es quien ayuda a avanzar, por eso además nuestros Próceres de la Patria, pusieron bajo su amparo, ese proyecto que en ese minuto se estaba iniciando, que era nuestro país”, añadió.
“Estoy cierto que es la mejor forma de llegar a buen puerto, cuando María, nuestra Madre está en medio nuestro, como lo acabamos de ver en esta fiesta en que se acabó el vino, y por lo tanto si se termina el vino se acaba la fiesta, en el fondo si se acaba el agua se acaba la vida, y así sucesivamente muchas cosas”, agregó el padre.
Al concluir su homilía, aseguró que la Virgen María, “siempre está en medio nuestro, trabajando y haciéndolo con constancia, con entrega. Por eso hoy día, al celebrar esta fiesta de Nuestra Señora del Carmen, démosle gracias a nuestra Madre por toda su dedicación, por todo su amor, y encomendémonos con fe a Ella, sabiendo que las situaciones que podemos vivir como país, de todas estas cosas que son parte de la vida, la podamos vivir de su mano”.
Después de la bendición final, el padre Mauricio Bello bendijo los escapularios que la comunidad preparó para entregar como recuerdo a la asamblea presente, quienes uno a uno fue retirándolos al salir de la capilla Espíritu Santo.
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