Alrededor de 350 fieles de las distintas comunidades parroquiales, movimientos apostólicos, y áreas pastorales se dieron cita en el Gimnasio del Colegio Artístico Santa Cecilia en Kolbe bajo, donde la jornada se inició con la bienvenida y la oración, en tanto el coro de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de San Pablo, y San José de Francke, acompañaron con el canto.

En la oportunidad el obispo Jorge Concha Cayuqueo, continuó el programa establecido, y explicó el recorrido histórico de cómo nació y la proyección de esta misión diocesana que fue hecha “en Sinodalidad. Fue haciéndose camino humilde, pero constantemente, en diversos encuentros de nuestra diócesis en los últimos años, desde la Asamblea diocesana del 20 de agosto de 2018, hasta quedar plasmado en el Proyecto Misionero que presentamos hoy”.

“´El hacer juntos´ este camino evangelizador ha enriquecido en todos sus aspectos la propuesta, pero esto no nace solo de nosotros, debemos recordar que Jesús es el primero y eterno misionero: está siempre anunciando la Buena Noticia, solo y con nosotros”, dijo y añadió que “Jesucristo nos envía (Mc 16, 15) es el envío del Señor Resucitado que siempre está resonando y exigiendo una respuesta en cada bautizado”.

También, agregó que vale mucho la promesa del Señor: “´sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos¨(Mt 28, 20). Jesús con la acción del Espíritu Santo sustenta todo nuestro ser misionero, desde nuestros corazones, nuestras iniciativas y toda nuestra acción misionera como discípulos en comunidad”.

Después de un espacio para el café, que preparó el Equipo de Madres en el Espíritu (EME), fue presentado en detalle el Proyecto Misionero Diocesano. El padre Américo Vidal, encargado de guiar la Comisión General, habló de los objetivos: general y específicos. Luego, José Manuel Rozas y Marcela de la Barra, ambos integrantes de dicho grupo explicaron el Cronograma, y los Frutos e impactos de la iniciativa, respectivamente.

Inmediatamente después, hubo espacio para el trabajo en grupo, donde los presentes reflexionaron respecto de qué dones personales se pondrán al servicio de la misión, y el modo de colaborar en este “caminar juntos” desde la realidad pastoral, para luego compartir los aportes en el plenario.

Después del almuerzo, la asamblea vivió un momento de profunda adoración a Jesús Sacramentado. Desde la capilla del Colegio Santa Cecilia en Kolbe Bajo, el obispo Jorge, junto al diácono Víctor Hugo González y los moderadores de los grupos, en procesión entraron hasta el gimnasio donde fue expuesto en medio de la asamblea.

En absoluto silencio, los presentes hicieron oración personal y comunitaria con el Señor de la Vida, a cuyos pies, los secretarios a cargo pusieron las carpetas del trabajo realizado como signo de la entrega del esfuerzo desplegado en esta asamblea.

Este hermoso espacio de encuentro con el Santísimo Sacramento fue guiado por integrantes del movimiento de Renovación Católica Carismática, en tanto que Patricio Barría apoyó con la interpretación de bellos cantos.