Reunidos en la parroquia Sagrada Familia, en la comuna de Río Negro, los servidores del altar acompañados por sus esposas y familias, junto al Administrador Diocesano, padre Cristian Cárdenas Aguilar, algunos sacerdotes y el pueblo fiel que camina en la Iglesia local, celebraron este jueves 10 de agosto.
Durante la celebración del Banquete Eucarístico, donde además se pidió de manera especial por los enfermos y por la salud del padre Juan Antonio Mánquez Vásquez, la guía de la Santa Misa leyó los diversos roles que cumplen estos consagrados en la Iglesia e inmediatamente después los diáconos de la Diócesis de Osorno, de pie frente al Altar del Señor, con gran solemnidad renovaron las promesas que hicieron el día de su ordenación.
En la Oración Universal junto con pedir a Dios por distintas intenciones para nuestra Iglesia, el país y la comunidad, también fueron presentados cada uno de los integrantes del Ministerio Diaconal de la Iglesia diocesana, el año de ordenación y el tiempo de servicio diaconal, Para que el Señor bendiga abundantemente su misión “que entregan junto a sus familias y que su ejemplo guie nuestro caminar sinodal y de Misión Diocesana”, se leyó desde el ambón.
Al momento del ofertorio, el diácono Octavio Romero presentó “junto a su esposa María Raquel y su hijo Luis Fernando, un alba y una estola diaconal, signos del servicio generoso que los diáconos permanentes acompañados de sus esposas y familia realizan al pueblo de Dios” se oyó en el templo.
Antes de la bendición final, los integrantes del ministerio diaconal junto a sus esposas nuevamente pasaron frente al Altar, donde leyeron la oración del diácono, y el padre Cristian les bendijo para dar paso a que las esposas hicieran el signo de la Cruz en la frente de sus maridos, y ellos repitieran el gesto en ellas.
Al término de la celebración, el Administrador Diocesano invitó a la asamblea a hacer la oración del Obispo Francisco Valdés, a quien pidieron su intercesión por la salud del padre Juan Mánquez.
Mensaje del padre Cristian Cárdenas
Al iniciar su homilía el sacerdote diocesano, guía de la Iglesia osornina, en el contexto del Mes de la Solidaridad, y en este día en que la Iglesia festeja a San Lorenzo, habló del sentido de donarse, de entregarse y de descubrir la verdadera riqueza que hay en cada uno “que es la presencia de Cristo”.
También destacó algunas de las cualidades del santo mártir de Roma, y la persecución que se vivió en aquel tiempo a manos del emperador Valeriano, cuya orden era contra los dirigentes cristianos, y dijo que “se deduce que Lorenzo debió ser un líder en la comunidad, que llevaba la presencia del Señor. La Vida de San Lorenzo es la encarnación viva del ejercicio de la Caridad que San Pablo pide en los Corintios (2Cor 9, 6-10)”.
“En esto nos invita también a que nuestra vida cristiana debe ser una vida de alegría, que lleve también un buen ánimo para los demás. Dar es ir sembrando, y el que siembra a manos llenas, con generosidad, a manos llenas cosechará. Necesitamos en esta Fiesta de San Lorenzo redescubrir y vivir la dimensión diaconal y de servicio de toda la Iglesia, no solo del Ministerio Diaconal, sino que cada uno de nosotros, como cristianos, bautizados somos invitados a ejercer la diaconía, el servicio por los demás”, dijo el padre Cristian.
Esta dimensión diaconal de la caridad agregó el Administrador Diocesano, exige atender especialmente a los más pobres desde el servicio, “desde la fe y el espíritu, desde la confianza en la generosidad del mismo Dios que os proporcionará y aumentará la semilla y multiplicará la cosecha de cada uno de nosotros, de la práctica de nuestra caridad”.
Aseguró que esta invitación también es para los diáconos y para todos los bautizados “donarse para ser feliz”, y agregó “así el servicio diaconal cristiano lleva el estilo de Jesús, que sabemos que no vino para ser servido, sino para servir, y así el Ministerio Diaconal de la Iglesia que nos recuerda San Lorenzo, lleva el sello de Dios”.
“Que el servicio que ustedes, hermanos diáconos, desempeñan extendiendo el servicio sacerdotal podamos todos sentir esa presencia de Cristo, que el servicio que desempeñan en sus familias en su hogar sea también ese servicio de Jesús, sea su presencia junto a sus familias”, agregó.
También se refirió al dolor que debió experimentar San Lorenzo en aquel tiempo de persecución en que quisieron privarle de vivir su fe, sin embargo no lo lograron porque siempre tuvo su esperanza puesta en el Señor, siguió estando donde la Iglesia lo necesitaba, “y en este tiempo, la comunidad que nos acoge, de la Sagrada Familia también está viviendo un momento de dolor ante la situación de salud de su párroco, el padre Juan, momento en que estamos invitados a vivirlo con la esperanza puesta en Cristo”.
Explicó cómo todos los momentos de dolor “en la presencia del Señor lo convertimos en esperanza, la esperanza de estar tomado de la mano de Él, que todo seguirá adelante como Él quiere y en su presencia. Amemos con amor gratuito a todos, amemos con nuestro amor, el amor que Dios nos dio, que es el servicio y la entrega total”.
“Que nuestra mano para los demás sea el saludo y el perdón, que nuestra entrega sea sembrar estrellas de alegría y de paz. Démonos para la vida y para que en el servicio del diaconado se pueda ver la presencia de Cristo, pero también en cada uno de nosotros que la diaconía sea nuestra identidad: el servicio a los demás”, finalizó el padre Cristian Cárdenas.
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