La feligresía en la Catedral San Mateo Apóstol también celebró Hora Santa, donde la asamblea vivió un hermoso y profundo encuentro personal con el Señor, donde el silencio se hizo presente con gran solemnidad ante Jesús Sacramentado. También hubo espacio para escuchar la Palabra de Dios y hacer oración agradecida por todo lo bueno, y los aprendizajes, que hubo en el año que se va, y por todo lo que trae el nuevo año.
Inmediatamente después, se inició la celebración Eucarística, que presidió monseñor Carlos Godoy Labraña, y concelebraron el Vicario General, padre Cristian Cárdenas Aguilar y el padre Bernardo Werth, donde el obispo de la Diócesis de Osorno, en su homilía destacó la celebración de la “Sagrada Familia de Jesús, María y José, que generalmente se celebra el domingo siguiente de la Natividad del Señor”.
Señaló que se podría decir que es “una especie de prolongación de la celebración de la Navidad, incluso toda esta semana estaremos prolongando la alegría de la Navidad, la alegría de recibir a Jesús en nuestro corazón, como es la idea de la Liturgia de este tiempo: disponer nuestro corazón para recibir al Señor y para que Él nazca allí”.
El pastor de la Iglesia osornina desarrolló su reflexión en torno a dos de los personajes de las lecturas del día: el anciano Simeón, “quien, conducido por el mismo Espíritu, va al templo de Jerusalén y tomando al Niño en sus brazos, alaba a Dios con el Nunc Dimittis, (cantico de Simeón. Lc 2, 29-32), que en latín es el título tradicional: “Ahora Señor Según tu promesa, puedes dejar irse en paz a este servidor”.
También resaltó a la profetiza Ana, una mujer de 84 años que había quedado viuda muy joven, y que prácticamente dedicó toda su vida al culto en el Templo de Jerusalén. “Probablemente estaba a cargo de las ofrendas, algún rol tenía también en la recepción de las ofrendas de aquellos que llegan al Templo de Jerusalén a rendirle culto a Dios”, añadió el obispo Carlos.
Ambos personajes, continuó su mensaje, “se gozan profundamente por la llegada de aquel que le da sentido al Antiguo Testamento, en quien se concentran las profecías del Antiguo Testamento, es más, en quien se cumplen las profecías del Antiguo Testamento. Es como si la fuente de la alegría de estos dos ancianos fuera el constatar que el Ser Humano no está solo, que no ha sido abandonado, que Dios se ha acordado de sus promesas, y también se ha acordado de su pueblo, y por su puesto que eso es una fuente de gran alegría, particularmente para estos dos personajes que son capaces de reconocer, en la Presentación del Niño Jesús, un acontecimiento de Salvación para su pueblo”.
“Así como Simeón y Ana se alegran profundamente por la llegada del Mesías que viene a completar sus historias y vidas, a dar plenitud también a sus existencias, cada uno de nosotros se puede alegrar profundamente por la llegada del Niño Jesús a su vida, a su corazón, a su familia, y ojalá que esta Navidad fuera fuente de consuelo y de alegría también para usted, para su familia, para su entorno”, agregó.
Finalmente invitó a la asamblea a pedir “al Señor que nos regale la gracia de responder con generosidad, al modo de Simeón: ¨Ahora Señor sí que puedes dejar a tu siervo irse en paz¨ porque te has hecho presente en medio nuestro, nos has regalado la Salvación que has preparado para todo tu pueblo, vienes a iluminar a todas las naciones y eres la gloria de nuestro pueblo”
Dirección Obispado de Osorno: Av. Juan Mackenna 980, Osorno.
Teléfono: 64 2 338600
E-mail: osorno@episcopado.cl
E-mail prensa: comunicacion_osorno@iglesia.cl