La Santa Misa se inició con la lectura del decreto de nombramiento del Cura Párroco de la parroquia Jesús Obrero, que realizó el seminarista José Manuel Rozas Navarro, quien también inició hoy su experiencia pastoral en la misma comunidad. Al término, la asamblea presente aplaudió espontánea y alegremente a su querido párroco.

El presbítero, quien compartió su vida y su servicio ministerial desde 1980 a 1992 en la misma comunidad, también se encuentra guiando la vida pastoral en Jesús Obrero como Administrador Parroquial desde el 21 de julio del 2021. Así lo afirmó el mismo sacerdote diocesano al expresar su sentir y agradecimiento al obispo por su confianza y a la feligresía por el compromiso pastoral y el cariño que le expresó.

En la oportunidad, el nuevo párroco con su mano sobre las Sagradas Escrituras realizó su profesión de fe, tal como se exige al asumir un nuevo rol dentro de la Iglesia. También realizó su promesa de fidelidad al obispo y, en el ejercicio de su ministerio, prometió cumplir todas sus responsabilidades.

El Obispo Carlos Godoy Labraña, durante la celebración hizo entrega de las llaves del templo, y del Sagrario al nuevo Párroco, también lo invitó a hacer toma de su nueva comunidad parroquial, sentándose en la Cátedra del templo

En su mensaje, junto con reflexión las lecturas del día, dijo que tal como Dios demuestra “su amor infinito a través del Crucificado, así también el sacerdote está llamado a ser los pies y los brazos del Maestro; sus brazos para acoger y recibir, nunca para enjuiciar y expulsar. Sus brazos para sostener, nunca para apartar y no perdonar, sus brazos para bendecir, nunca para agredir o violentar. Tus manos querido padre Pancho, han sido ungidas para dar el perdón, para consagrar el pan y el vino, con el cual alimentarás al pueblo de Dios, para bendecir, para acompañar, para ungir con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza, para mostrar a Cristo”.

“Que alegría es encontrarse con sacerdotes que, en vez de mostrarse ellos mismos, muestran a Cristo, y lo reflejan especialmente por su modo de actuar. Naturalmente junto con los gozos y esperanza que pueden surgir en el ministerio, también se encuentra el dolor y el sufrimiento, y es especialmente en esos momentos en donde Jesús nos dice: ´sube conmigo a la Cruz, comparte mi cáliz, déjate traspasar por el dolor, refleja en él mi infinito amor por la humanidad´”, agregó el obispo de Osorno.

Recordó también que hace 42 años, cuando el padre Francisco Triviño en su Ordenación Sacerdotal, le impusieron “el imponente desafío de configurarte con Cristo; Maestro, Sacerdote, Pastor y Siervo para acoger el Evangelio, para apacentar el pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente la celebración de la Eucaristía. Te corresponde, así como sacerdote, como lo dice el ritual, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro y de transmitir la Palabra de Dios, que has recibido con alegría”.

“En efecto el presbítero está llamado a defender la Palabra de Dios, que es indispensable para formar el corazón de un buen pastor, ministro de la Palabra”, señaló y se dirigió al seminarista: “En esto tú también José Manuel tienes una responsabilidad enorme, si quieres ser sacerdote ´ancla´, como decía el Papa Benedicto a la Palabra de Dios, esta es tu ancla que te va a sostener especialmente en los momentos de mayor dificultades, los momentos en que el mar tempestuoso pueda hacerte dudar y desorientarte”.

Enfatizó también que cada vez “que predique la Palabra de Dios padre Pancho, cada vez que prediques la Palabra de Dios querido José Manuel, cada vez que prediquemos la Palabra de Dios todos nosotros, procuremos creer lo que leemos, enseñar lo que creemos y practicar lo que enseñamos, como lo dice el ritual”.

“También te corresponde padre Pancho santificar al pueblo de Dios, por tu ministerio los fieles celebran la Eucaristía, uniéndose de esta manera al sacrificio de Jesús, de Cristo. Recuerda siempre las palabras que tu obispo pronunció al entregarte la patena con el pan, y el cáliz con el vino: ´recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla ante Dios. Considera lo que realizas e imitas lo que conmemoras y conforma tu vida con el ministerio de la Cruz del Señor´”, resaltó.

Finalmente dijo al padre Francisco, “que Dios te bendiga, te augure un ministerio fecundo en este pueblo que hoy te recibe con cariño y se compromete en oración por tu fidelidad, y por la fidelidad de todos nosotros, que queremos también configurarnos con Jesús, Buen Pastor”.