El festejo en torno al Altar del Señor, que se inició a las 19.00 horas en la capilla San Alberto Hurtado, debido a la reconstrucción que se realiza en el templo parroquial, fue presidido por el obispo de Osorno, Carlos Godoy Labraña; y concelebrado por el párroco, padre Juan Francisco Jofré Baeza. También acompañó con su servicio ministerial el diácono Juan Carlos Cayún y los acólitos de dicha comunidad.
En la oportunidad, junto al pan y al vino “que representan los elementos centrales de la Eucaristía”, leyó la guía de la Santa Misa al momento de la ofrenda, y continuó su lectura: “también presentamos estas herramientas, signos de San José que representan el esfuerzo y el trabajo arduo para sostener y proteger a la familia. Finalmente, presentamos una imagen de San José que nos recuerda su figura como modelo de obediencia a la voluntad de Dios y el cuidado amoroso a la familia”.
En esta celebración eucarística, en que el coro parroquial junto a la comunidad presente animó bellamente con la interpretación de los cantos, el obispo Carlos Godoy Labraña destacó tres rasgos del santo patrono de los trabajadores: su amistad con Dios, el ser un hombre de discernimiento y de determinación.
Explicó que cuando San José se entera del embarazo de María, si bien había decidido abandonarla en secreto para evitarle lo que contemplaba la ley de Moisés, “él prefiere actuar con la justicia de Dios. Es por eso que él, al sentir una intuición profunda en su corazón, toma esa decisión. Por otro lado, recibe en sueño la revelación del proyecto de Dios, y él se da cuenta que el embarazo de María es producto del Espíritu Santo”.
Aseguró que solo “un hombre de Dios, un amigo de Dios puede darse cuenta y reconocer el paso de Dios, su voluntad a través de un sueño, y es por eso que con propiedad podemos decir que San José fue un amigo de Dios, porque fue capaz de interpretar su voluntad a través de estas expresiones que salían de su corazón”.
El segundo rasgo: San José era un hombre de discernimiento, lo que ciertamente es una capacidad humana, que tiene que ver con la inteligencia que permite darse cuenta de las cosas, sin embargo, se requiere algo mucho más profundo que eso, y el protector de la Sagrada Familia goza de la “Inteligencia Espiritual, que es lo que permite precisamente darse cuenta de cuándo Dios se está haciendo presente, y cuándo está susurrando su voluntad en la historia, en la vida, en el corazón y en la comunidad cristiana”.
Por último, destacó que el Santo Patrono es “un hombre determinado a hacer la voluntad de Dios, porque no basta darse cuenta, porque uno podrá tener muy desarrollada la Inteligencia Espiritual, y caer en la cuenta cuándo Dios nos está pidiendo algo, pero otra cosa es que la voluntad sea sintónica con nuestra inteligencia espiritual, con nuestro discernimiento, y es por eso que la determinación es tan importante”.
Entonces se debe llevar a la “práctica aquello que nosotros reconocemos. Si Dios me está pidiendo algo, entonces tratar de concretar aquello que estoy percibiendo o descubriendo”, dijo y relató que tantas veces el Señor muestra a los jóvenes muchos signos de su vocación, y sin embargo no está la determinación para aceptar la voluntad de Dios.
“Hemos sido creados ante todo para amar y ser amados, entregarnos y servir a los demás. Eso es lo más propio del ser humano: salir de sí mismo y darse a los demás. San José lo comprende, y no solo lo entiende, sino que se determina a tratar de ser consecuente con aquello que ha descubierto”, agregó el obispo Carlos e invitó a: “pedir estos tres rasgos para nosotros y para nuestra comunidad cristiana”.
Dirección Obispado de Osorno: Av. Juan Mackenna 980, Osorno.
Teléfono: 64 2 338600
E-mail: osorno@episcopado.cl
E-mail prensa: comunicacion_osorno@iglesia.cl