En su saludo, el obispo dio gracias por la invitación que le hicieron “a celebrar esta misa, especialmente por las intenciones de ustedes, y particularmente por el descanso eterno de nuestros familiares, por quienes se encuentran en el centro hospitalario”.

Durante la celebración, el director del centro de salud, Julio Vargas González entregó a monseñor Godoy una credencial como signo de su participación también en el servicio voluntario a las personas “y que se sienta uno más de nuestra comunidad hospitalaria”, dijo y dio gracias al Pastor diocesano por su presencia en la celebración eucarística.

En la ocasión además fue renovada la credencial del presbítero Felipe Fernández, quien acompaña espiritualmente, desde el 16 de agosto del 2019, a quienes trabajan, a quienes donan su tiempo, su vocación de servicio y a quienes permanecen hospitalizados. En la oportunidad, el director del Hospital Base San José también entregó al obispo la credencial del Padre Marco Henríquez, quien se sumará al trabajo pastoral en dicho recinto hospitalario, prontamente.

Antes de finalizar la Santa Misa, el obispo bendijo el estandarte que presentaron las Damas de Celeste, y después de la bendición final, el equipo del mismo voluntariado hizo entrega de un presente al padre Felipe, por el reciente quinto aniversario de su Ministerio Sacerdotal, que celebró el pasado 30 de marzo.

Por otra parte, en su homilía el obispo explicó el desánimo de los discípulos de Jesús luego de su crucifixión, y destacó del evangelio proclamado (Jn 21, 1-14) cómo el discípulo amado “ha sido capaz de reconocer al Señor con los ojos del corazón y se da cuenta de su presencia amorosa en medio de ellos”.

También se refirió a la última parte del texto: “Ésta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos”, y señaló que de esa experiencia tan frustrante que viven  “es como si ellos salieran renacidos o revividos por la presencia del Resucitado, y es bien importante que esto podamos entenderlo también en clave personal, porque es probable que muchos de nosotros necesite de una inyección de vida porque, o lo está pasando mal, o tiene algún tipo de dificultad o alguna enfermedad, o alguna situación difícil”.

“Precisamente la Palabra de Dios quiere acontecer en nuestras situaciones vitales porque siempre va a ser viva y eficaz, y va a acontecer también en los momentos adecuados cuando más lo necesitamos. Es por eso que esta Eucaristía quiere ser una renovación también de nuestra fe en el Dios de la Vida, que hoy nos invita a celebrar la Misa, a partir el Pan y a reconocerlo también presente en esta celebración”, subrayó el obispo Carlos.

Finalmente, el Pastor de la Diócesis de Osorno reiteró su agradecimiento por esta invitación a celebrar este Banquete Eucarístico “y pido a Dios por ustedes, por sus servicios, por su trabajo y por su entrega generosa en la atención de tantas personas que llegan a este lugar, a nuestro Hospital Base San José de Osorno”.