Unidas vía WhatsApp, a las hermanas Eunices Fernández, Yaniris Fernández , María del Carmen Ariza, de la comunidad de Talagante, en la Región Metropolitana, las religiosas Marta Ibáñez y Emperatriz Morocho  pronunciaron, este lunes 11 de mayo, la fórmula con que renovaron sus votos, ante el Altar del Señor.

“La Congregación de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia surge en la Iglesia por la acción del Espíritu Santo, que impulsa al padre Luis Amigó y Ferrer a la creación de una familia religiosa que profesa una forma de vida evangélica…”(Const. 1). Así se lee en el texto celebrativo que prepararon las religiosas para el festejo de su nuevo aniversario.

En la motivación de dicha fiesta las hermanas reflexionaron acerca de este nuevo año de vida de la congregación, y recordaron a todas las personas, “que por la providencia y la guía de Dios, han tejido lenta y delicadamente la Historia de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en la Iglesia y el mundo”.

En el contexto de esta celebración, “Vale la pena recordar Hermanas, momentos específicos y experiencias dentro de la Historia de nuestra Congregación que son manifestaciones de la fidelidad de Dios a todas sus criaturas al llevarnos a la compasión: enviadas a ser una presencia fraterna, menor y misericordiosa en medio de los pobres y excluidos, en defensa de la vida y la integridad de todo lo creado”, añade el texto celebrativo.

“Alegrémonos y gocémonos porque este es el día que hizo el Señor” (Sal. 118: 24); el día que designó hace 135 años para que de su plan de salvación surgiera un carisma. Es una gran razón para agradecerle al Señor por elegirnos a cada una de nosotras para ser parte de esta familia religiosa; por su fidelidad con cada una de nosotras individualmente y como Congregación a través de su providencia”, agrega.

También, continúa la motivación, “por revitalizarla continuamente a través del ejemplo de fidelidad y perseverancia de nuestras Hermanas que nos han precedido y de las muchas jóvenes que aspiran a vivir su vocación a través de nuestro estilo de vida”.

Con este momento emotivo y reflexivo, embellecido de espacios para el canto, para el silencio y ver diapositivas con tantos recuerdos de su fundador, el padre Luis Amigó y Ferrer, de quien también hicieron memoria de su vida, de su carisma y del nacimiento congregacional.

Antes de finalizar la celebración con el canto congregacional, las hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, unidas hicieron oración para agradecer al Señor por la vida y la misión de la congregación, por estos 135 años de fundación, y pidieron a Dios “Mantennos fieles en nuestra vocación de continuar haciendo camino para dar testimonio de ti y estar siempre dispuestas para ser enviadas más allá de las fronteras, sólo para tu gloria”.