Con versos y rimas, la moderadora anunció el inicio de la fiesta eucarística, el coro interpretó al son de la Cueca el canto de entrada y el Administrador Apostólico de Osorno, Obispo Jorge Concha Cayuqueo, junto al padre Américo Vidal, párroco de Santa Rosa de Lima, en procesión subieron al presbiterio para comenzar la fiesta del Banquete y del encuentro con el Señor.

En la oportunidad, representantes de distintas juntas vecinales ofrecieron, junto al pan y el vino, la luz que ilumina la Patria y al Pueblo de Dios; la Biblia que invita a recorrer los caminos de Jesús; la bandera chilena y la de los pueblos originarios como signo de nuestra identidad. También pusieron a los pies del Altar, una caja con víveres no perecibles, como fruto del trabajo y del deseo de compartir con quienes más lo necesitan.

Por su parte el Obispo Jorge Concha Cayuqueo, quien presidió la Eucaristía, destacó la nueva oportunidad de “encontrarnos para pedirle a Dios por Chile, por nuestra diócesis, por nuestra provincia, por nuestra ciudad y por todos los que la habitamos”.

También aseguró que el mensaje de Jesús sigue siendo una buena noticia, “continúa estando en sintonía con lo más profundo y lo mejor del ser humano, con las esperanzas y los anhelos de todos los hombres y mujeres”.

Sabemos y debemos reconocer, continuó el pastor de Osorno, “que hoy tenemos avances y progreso, sin embargo, también hay partidos, hay ciegos, sordos, inválidos, marginados y oprimidos de distintas formas. Existen aún niños y adultos mayores que necesitan salud, familias que les urge una vivienda, hombres y mujeres que esperan contar con un trabajo y con los estándares que dignifiquen la vida de tantas personas de nuestro país”.

“Queridos hermanos y hermanas, el Evangelio de Jesús los debe animar a trabajar por los demás, a seguir con entusiasmo la vocación de servicio que los alienta a enriquecer la mirada social, y solidaria que los motiva frente a tantas cosas de individualismo e indiferencia que están en nosotros mismos y entre nosotros”, añadió.

Explicó que la Palabra del Señor “debe fortalecer esa vocación social que hay en ustedes. Tengo entendido que la Junta de Vecinos descentraliza asuntos comunales, promueve la capacitación ciudadana y la gestión prioritaria en el territorio de una comuna. Es decir, ayuda a acercar la gestión popular a la gente para que seamos todos de verdad beneficiados, y también de verdad, lleguemos a ser ciudadanos”.

Al respecto, enfatizó que “somos ciudadanos cuando participamos, de lo contrario solo somos un número. Esto vale también para cuando hay que votar, cuando hay que elegir, cuando hay que decir sí o no frente a una consulta. Ser ciudadanos es muy importante”.

Frente a lo anterior, señaló que la Unidad Vecinal “debe ayudar a buscar y a hacer realidad el tantas veces proclamado: Bien Común”, e invitó: “sigan hermanos y hermanas comunicando buenas noticias a todas las personas que ustedes sirven. El Evangelio de hoy (Lc 4, 16-30), al final dice que a pesar del rechazo hacia Jesús y del deseo de echarlo de la ciudad, Él pasando en medio de ellos, continuó su camino que lo llevó hasta la Cruz, pero que después resucitó y venció a la muerte”.

Al igual que Cristo, ustedes los dirigentes vecinales, invitó el Obispo Jorge Concha Cayuqueo, “sigan con su misión, con su tarea, con su vocación a pesar de las dificultades e incomprensiones con las que se encuentren”.